LA FILOSOFÍA DE HOUSE
Parte 2
Edgardo Malaspina
Algunos
dicen que House está inspirado en el poeta francés Cyrano de Bergerac
(1619-1655) por su carácter pugnaz e irrespetuoso hacia todo tipo de
instituciones de la sociedad. No obstante, es claro que con la primera letra
del apellido de House se le quiso
asociar con el detective Holmes (Sherlok), el personaje de Conan Doyle,
inspirado a su vez en Joseph Bell, un médico que hacía certeros análisis
diagnósticos con sólo ver al paciente .
Las
escenas de la serie se desarrollan según una técnica de filmación denominada
“walk-and-talk”(caminar y hablar) para indicar dinamismo y premura en el
tiempo. Esa manera de conversar es copiada, según creo, de la Escuela
Peripatética (itinerante) de Aristóteles, quien enseñaba a sus discípulos
mientras paseaba en un jardín. House es un provocador como Nietzsche y trata
siempre de enfrentar las normas y reglas como el superhombre del filósofo
alemán. House es distinto a todos los demás médicos del hospital: tiene una
cojera, que en realidad más que un
defecto físico es un encanto; no tiene sus modales ni se viste con bata blanca.
Es un asceta que profesa la abnegación. No busca el éxito material. Sus
pantalones son sencillos y viaja en motocicleta. House sufre una enfermedad que
le provoca dolor en una pierna. Es un padecimiento psicosomático que lo hace
mejor, lo sublima, según los preceptos freudianos. El filósofo alemán Georg
Simmel decía que la elevación esencial
de nuestro ser se logra por medio del dolor físico o espiritual; y por eso el
médico y escritor ruso Antón Chejov afirmaba que no había necesidad de combatirlo
porque su desaparición podría ser el fin
de la religión y la filosofía. El dolor de House y su forma de resolver
problemas difíciles conllevan a nuestra empatía, similar a la que sentimos por
Edipo y Prometeo.
En el proceso diagnóstico House actúa según el
principio del ensayo y el error y en contra de las enseñanzas de las facultades
de Medicina. Todos nos equivocamos.El error existe y si lo cometes “ve a casa,
bebe algunos tragos, duerme y levántate mañana; haz todo de nuevo pero hazlo
mejor. Si necesitas absolución ve con un sacerdote u ofrece limosna a los pobres.
Cualquier ritual que te consuele”. Y es
cierto, porque seguir actuando como un buen médico es mejor que soportar una
determinada dosis de culpa por diagnósticos errados.
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