UNA CLASE

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EN UNA CLASE MAGISTRAL

domingo, 1 de mayo de 2016

JOSÉ GREGORIO HERNÁNDEZ, PADRE DE LA MEDICINA EXPERIMENTAL EN VENEZUELA

JOSÉ GREGORIO HERNÁNDEZ, PADRE DE LA MEDICINA EXPERIMENTAL EN VENEZUELA.
(Trabajo presentado en la academia nacional de la medicina)

Edgardo Malaspina
                                         



            José Gregorio Hernández  (25 de octubre de 1864-29 de junio de 1919) con su  vida y obra  siempre llamará  la atención y será  blanco de discusiones y  polémicas  ya que representan  uno de esos pocos casos  en la historia de la medicina universal cuando se alcanza la  inmortalidad tanto en los recintos académicos como en los altares: él representa un hito en la ciencia venezolana y el ideario místico religioso nacional. JGH fundó fundó en la UCV las cátedras de histología, fisiología y bacteriología. Con él nació la medicina experimental en Venezuela y en América.
  Cuando se dirigía a visitar a sus pacientes  lo hacía con paso rígido, con la vista al suelo y rezando. Nunca usó maletín a pesar de algunas litografìas que lo representan portándolo. Tomaba el pulso, medía la fiebre. No usaba estetoscopio, auscultaba directamente a través de un pañuelo. No se sentaba y escribía el récipe de pie. Era un médico de estilo antiguo, según Razetti.
  Su popularidad crecía tanto que la compañía telefónica, recién instalada en Caracas,  le otorgó el teléfono número  uno para que realizara su trabajo.
   



EL HOMBRE
 Empezando a ejercer su profesión de médico en los pueblos de la cordillera andina, José Gregorio Hernández se muestra galante con las mujeres  y manifiesta su gusto por el baile. Sobre una de esas ciudades escribió : “Sus mujeres son muy simpáticas y agradables ; bailan muy bien, si me guío por la única con que he bailado una noche en mi casa, con piano; me aseguran que hay otra que baila mejor que ella. Yo me hecho muy amigo de esa afamada pareja y me ha  prometido bailar conmigo la segunda pieza en la próxima oportunidad”.
En otra parte afirma que bailó hasta las cuatro de la madrugada un Noche Buena y nuevamente bailó mucho el 31 de diciembre.
   José Gregorio Hernández era un hombre de mediana estatura, más bien baja. Medía  un metro con 60 centimetros. Era  delgado ; cuando ingresó en la orden de la Cartuja pesaba no más de 50 kg. Al final de su vida se pintaba el cabello y el bigote. Vestía pulcramente y siempre de negro. Pero al regresar de Italia luego de su frustrado intento de ingresar en la Cartuja cambió radicalmente de atuendo.     Se pintaba el cabello y el bigote de negro.Travieso  dice: : “Vestía acicaladamente trajes bien confeccionados y a la última moda, se tocaba el sombrero de fieltro elegante y en armonía con la indumentaria y gustaba calzar zapatos de dos tonos”.
  Hernández también empezó a fumar. Su íntimo amigo Dominicí escribe  : “Ya había notado yo cuan peripuesto me llegaba el viejo amigo, tan distinto del que había conocido. Al terminar la comida saca una lujosa cigarrera y brindándome dice : yo fumo ¿ tú no fumas? Rarezas ajenas a su carácter.”
  Por último es bueno resaltar en este breve esbozo de  Hernández - hombre el momento que lo destaca como patriota. En 1902 los ingleses y los alemanes atacan  La Guaira y Puerto Cabello para cobrarle una deuda  al país. Cipriano Castro hace un llamado  para defender la patria. Entonces José Gregorio Hernández olvida su carácter apacible y la filosofía cristiana de poner la otra mejilla y es uno de los primeros en inscribirse para tomar las armas como simple soldado.
   Uno no imagina a este hombre menudo que trabajaba  duramente en la cátedras médicas enseñando a sus alumnos, trataba  a su pacientes con esmero y rezaba varias veces al día y que ahora el pueblo venera como santo,  tomando un fusil y combatiendo en un frente de guerra.  Lo cortés no quita lo valiente. 
EL ESCRITOR
  Como escrito hace descripciones notables y hermosas  como estas:  “La sensación que se experimenta al contemplar el páramo, es de una naturaleza muerta, llena de desolación y un frío que nos hiela los huesos ; la luz solar parece más bien una luna, y las atmósfera está tan enrarecida que es difícil encontrar  aire bastante para respirar y se llega muchas veces a sentir disnea.”
   Luego remata : “ En esos lugares, se experimenta la necesidad de conversar en alta voz y aún de gritar, porque a la vista de tal soledad con tan poca luz, escaso el aire y la vegetación tan raquítica, cree uno llegar  a la afonía y hasta la afasia”.
Desde muy joven Hernández se apasionó por el mundo de las letras. Leía textos  traducidos del francés. Le gustaba la lectura de obras de teatro .Del  libro de Leonardo Fernández de Morantín  sobre los  orígenes del teatro español dijo : “Me doy cuenta de lo útil que es el estudio de las obras de teatro, pues si hoy que apenas conozco la evolución del teatro español a través de los siglos, me deleito leyendo algunas de las comedias de las que afortunadamente tengo aquí ; como gozaría leyendo a Shakespeare en su propia lengua”.
  En “Visión del Arte” las palabras se hilvanan con la belleza y precisión de los poemas en prosa .En un sueño fuerzas poderosas le hacen una revelación al autor : “La tarde estaba cálida, tempestuosa y cargada de fluido eléctrico que obraba implacablemente sobre mis nervios, comunicándoles como unas corrientes no interrumpidas de malestar. Había tenido durante el día un trabajo  fuerte y emocionante, y me sentía con un cansancio  físico muy pronunciado”.
  Luego continúa : “A mi alrededor los objetos tomaban formas fantásticas, moviéndose caprichosamente y agitándose en baile siniestro y lúgubre. En particular un jarro de viejas flores que estaba olvidado sobre la mesa en que me había puesto a escribir me producía la ilusión de que estaba haciendo toda suerte de contorsiones, se inclinaba a la derecha y a la izquierda con cierto aire de burla, y por último creí verlo que se doblaba más profundamente como si me hiciera una cortesía, hasta que, tomando vuelo, se desprendió de la mesa y fue a colocarse sobre la puerta entreabierta de la habitación”.
  Más tarde remata: “Entonces pude ver en el dosel del trono en el que se hallaba el recitante esta inscripción en letras refulgentes :  ¡ poesía! ¡ Eres de todas las bellas artes la más excelsa! ¡Eres el arte divino!...” “Traté de ver si la aparición estaba a mi lado como antes y nada pude distinguir. Hice un esfuerzo mayor para abrir los ojos y mirar alrededor, y entonces fue cuando empecé a volver a la realidad…En el suelo estaban unas cuartillas caídas de la mesa: en una de las  cuales había un renglón medio borrado en el que pude leer : capítulo segundo del arte”
CULTIVADOR DE LA FILOSOFÍA Y LAS ARTES
  Afirmaba José Gregorio Hernández que la cultura espiritual es más necesaria que la cultura  intelectual , y explicaba : “Todo hombre puede vivir  sin conocimientos humanos , pero es muy posible  que le desaliente la vida si carece de los rudimentos que le expliquen las razones de su existencia”.
    Hernández otorgaba gran importancia a la filosofía : “Ningún hombre puede vivir sin tener una filosofía. La filosofía es indispensable para el hombre, bien se trate de la vida sensitiva, de la vida moral , y en particular de la vida intelectual”.
   JGH Cultivaba también el estudio de las diferentes  artes, gusto que le viene desde muy niño.  “No jugaba como los otros de su edad, tocaba bien el piano y leía a Plutarco y a Kempis” , escribió Juan de Dios Villegas en 1919. Durante su estadía en Paris en los tiempos , durante el postgrado, de ocio tocaba el violín y asistía a los conciertos .Luego al regresar al país solía tocar el piano de en vez en cuando. Antes de ese periodo, en Isnotú, se dedicó a la pintura e hizo varios cuadros.
  Sus ideas sobre filosofía y estética las recogió en el libro “Elementos de filosofía”, publicado en 1912.  JGH estudió en Paris con el profesor Mathías Duval , evolucionista difuso  de las ideas de Darwin. Imperaba en Europa, en esa época, el positivismo de Augusto Comte, y en Venezuela esas nuevas corrientes del pensamiento filosófico eran difundidas por Adolfo Ernst, Rafael Villavicencio y Luis Razetti. Se estableció una polémica en el país sobre el origen de la vida. Hernández intervino con la siguiente posición: “Hay dos opiniones para explica la aparición de los seres en el universo: el creacionismo y el evolucionismo .Yo soy creacionista”. No podía reaccionar de otra manera un hombre con una sólida formación cristiana como la suya. Sin embargo como investigador era un evolucionista que aceptaba el desarrollo de los procesos biológicos. Sobre “Elementos de filosofía” de José Gregorio Hernández,  el Dr. Dominici expresó : “No he leído libro alguno de más terso estilo ni que penetre más espléndidamente  en el corazón”.En Elementos de filosofía las definiciones son certeras, precisas. Citamos algunas entre muchas:
1-     La filosofía es el estudio racional del alma, del mundo, de Dios y de sus relaciones.
2-     El sentimiento estético es desinteresado, universal y necesario.
3-     La poesía es de todas las artes la más excelsa  ,es el arte divino. Nada escapa a su jurisdicción; ella expresa en grado sublime la belleza toda, la belleza natural, la intelectual y la moral. Su instrumento, que es la palabra, es lo más bello que hay en el universo después del hombre. La poesía penetra en el fondo del alma humana, pone en movimiento todas sus actividades, y la engrandece, porque satisface todas sus aspiraciones artísticas.
4-     La música tiene el misterioso poder de expresar uno a uno todos los sentimientos, todas las pasiones que se anidan en el corazón del hombre; su lenguaje es entendido por todos en  la expresión sentimental, y alcanza el supremo esplendor en la belleza, al expresar su sentimiento religioso.
5-     La pintura aunque silenciosa, expresa elocuentemente la belleza; su jurisdicción no es solamente la belleza sensible, sino que por medio de ella  se levanta hasta la belleza intelectual y moral. Una obra maestra de pintura es semejante a un poema; contemplándola el alma experimenta grandes emociones que engendran el verdadero éxtasis estético.
 EL SANTO
 La vida de José Gregorio Hernández fue una constante búsqueda de la perfección a través del sacrificio  que  implica seguir el camino de la verdad suprema , en el sentido cristiano de la expresión.
    Hernández llegó a ser un hombre religioso en el más amplio  significado del vocablo. Al levantarse asistía a la misa y después de visitar a los enfermos. Al medio día nuevamente asistía a la misa. José Izquierdo suponía  que Hernández dormía en el suelo en prueba de sacrificio como un asceta y por eso en la noche no atendía a los enfermos, pues ese tiempo era para Dios.  En 1908 ingresó al convento de la Cartuja de Founeta en Italia con el nombre de Fray Marcelo. Pero el duro trabajo físico le fue insoportable. A los diez meses regresó a Venezuela. En 1913 hizo un  nuevo intento de ser sacerdote en el Colegio Pío Latinoamericano de Roma. Se enfermó y fracasó nuevamente en  esa empresa. Hernández tenía como meta combinar su profesión médica con el sacerdocio, el altruismo como seguidor de Hipócrates con la filatropía  de los discípulos de Cristo.Se dijo que era practicante del socialismo espiritual , esa condición que genera una solidaridad hacia los más desposeídos y que incluye también una comprensión clasista más allá  de lo material. José Nuñez dijo al respecto: “Para los pobres, a quienes administraba el oficio del buen samaritano, tenía él, óleo y bálsamo, por ellos podía velar noches enteras”.
   Estando vivo Hernández ya su fotografía era colocada en casas y farmacias. Actualmente ésta veneración es un fenómeno generalizado. Moisés Feldman dice : “Los pacientes, quienes sufren las consecuencias de la crisis, viene  al hospital a buscar la ciencia y en su pobreza complementan sus limitaciones en la relación médico-paciente con una estampa de José Gregorio Hernández”.
   La vida sin esperanzas es muy difícil llevarla por eso la gente recurre al mito, el cual no tiene explicación racional. José Gregorio Hernández es una esperanza y es un mito.Lo conocemos como milagrero, pero es el padre de la medicina experimental en Venezuela, el fundador de las cátedras de Histología Normal y Patológica, Fisiología Experimental y Bacteriología de la Universidad Central de Venezuela.

 


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