EVOCACIÓN DE LA PSIQUIATRÍA
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La
fundadora de la Cátedra de Psiquiatría fue la profesora María Korkina en 1965. Ella regentó los destinos de la cátedra hasta
1996 y era la encargada de las clases magistrales. Publicó más de 300 trabajos
científicos y un manual práctico de psiquiatría (junto con otras profesoras)
que era texto oficial en todas las facultades de medicina de la Unión
Soviética. Ese libro fue traducido a varios idiomas y yo sólo pude conseguir su
versión en inglés.
2
Korkina
fue distinguida por la Academia de Ciencias Médicas de la URSS con el más alto
galardón que otorgaba esa institución en psiquiatría: el Premio Serguéi
Kórsakov, el psiquiatra ruso que describió por primera vez en alcohólicos el
síndrome que lleva su nombre.
3
Marina
Tsivilko era la otra psiquiatra que dictaba las clases magistrales. Sustituyó a
Korkina en la jefatura de la cátedra. Publicó más 200 trabajos científicos y
varios libros. Era una mujer bella y muy bondadosa. Ayudaba a colegas y
pacientes en sus infortunios. Esa conducta altruista la mantuvo hasta el último
día de su vida, a pesar de padecer una enfermedad mortal que nadie sospechaba.
Mantuvo ante su propia tragedia una silenciosa serenidad socrática.
4
Teníamos
dos libros para las clases en el salón, ambos escritos por Korkina y Tsivilko
:Osnovnie psijicheskie bolezni y Sintomi y sincromi psijicheskix bolezni.
5
Vladimir
Marilov fue nuestro profesor de psiquiatría. Era sicoanalista y gran admirador de los trabajos de Freud. Estudió
en nuestra universidad y se especializó en Inglaterra, Noruega y la India.
Publicó más de 150 trabajos científicos y 10 libros sobre psiquiatría. Era
redactor de la revista” Psiquiatría S. Kórsakov”. Sus clases eran muy atractivas y se basaban en
textos de la literatura universal. Hacía citas de la Biblia. A todos nos gustaban estas clases,
pero al desaparecido colega William Chacón
le atraía más que a ninguno y por eso decidió ser psiquiatra.
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Una
vez Marilov citó unas palabras del fundador de la psiquiatría rusa, Kórsakov: “La psiquiatría es
la ciencia médica que más se acerca a la
filosofía”.
7
En
otra ocasión se refirió a la bipolaridad que acompaña ciertos trastornos
psiquiátricos, y citó la frase de un famoso especialista: “Sus cambios de humor
pueden ilustrarse así: cargan una Biblia en una mano, y en la otra tienen una
piedra…”
8
En
aquella época encontré una pequeña obra en una librería de viejo
(bukinisticheski magazin)
relacionada con la disciplina que nos ocupa: “Notas de un
psiquiatra”. La autora, Lidia Bogdanovich, habla de sus experiencias como psiquiatra
en forma de relatos literarios. Cuando veo este desgastado libro en mi biblioteca recuerdo mis clases de Psiquiatría.
9
No
todo era tan serio en Psiquiatría. En las clases magistrales de Korkina o Tsivilko
nos presentaban un caso cualquiera. Explicaban la enfermedad y luego buscaban a
un paciente. Empezaba un diálogo entre la conferencista y el enfermo. Bromeábamos
y nos preguntábamos quién es el doctor y quién es el enfermo.
Zolotujin,
nuestro recordado profesor de Farmacología, una vez contó un chiste sobre esa
peculiaridad en la enseñanza de la Psiquiatría:
-
El profesor de Psiquiatría se dirige a sus alumnos y expone: este paciente
tiene delirios de grandeza. Dice que es Napoleón Bonaparte, pero está
equivocado, porque Bonaparte soy yo…